Hay muchas formas en la que se puede acabar ahorrando a medio y largo plazo en la factura de la calefacción de una casa y las ventanas y las persianas tienen parte de culpa en este proceso. Todo lo que vaya en el camino de mejorar las prestaciones de aislamiento de un inmueble será bienvenido en una casa para poder mantenerla confortable y caliente en los meses en los que el frío nos obliga a poner la calefacción para estar más cómodos en nuestras casas.
Una barrera más
Las ventanas son uno de los puntos críticos del aislamiento de una casa. Una mala calidad en las ventanas puede significar la entrada en el hogar de corrientes de aire indeseadas, ruidos, olores y hasta humedad que hará que las condiciones de vida en su vivienda sean peores.
La apuesta por unas buenas ventanas y unas persianas que las complementen es básica para evitar que todo eso que nos molesta y empeora el confort en el hogar se quede al otro lado de la ventana. Unas buenas persianas, sobre todo cuando hablamos de edificios que carecen de doble ventanal, suponen la barrera externa al frío, una primera capa aislante que se antepone a la ventana y evita que entre aire de fuera para enfriarnos la casa. Del mismo modo que impide que entre el fresco del exterior, también es un elemento más para mantener el calor de dentro obtenido por la calefacción y que se pueda escapar por cualquier grieta o fuga del ventanal. Es por eso que es importante tener siempre unas persianas que abran y cierren bien y por completo, así como solucionar cualquier posible avería que surja en ellas fruto de un temporal de viento que pueda afectar a su integridad.
También en la factura de la luz
Tener unas eficientes y buenas persianas de PVC en nuestras ventanas no solo fomenta que el calor de la calefacción permanezca durante más tiempo en nuestra vivienda, sino que también es una excelente forma de ahorrar en la factura energética de la luz en los meses en los que el gas o el diésel de la calefacción ya no se gastan tanto.
Las persianas son una manera de aislar también la casa de las altas temperaturas de los meses de verano. Poner una barrera a la entrada del sol nos permitirá ahorrar en aire acondicionado y dar sombra en los momentos en los que más golpea la luz a la casa. Con el sol impactando de forma directa en el interior de nuestro hogar, las temperaturas van a empezar rápidamente a ascender y a hacer más incómodo permanecer dentro.
Las persianas son además el mejor elemento para regular la luz que queremos que entre en casa y así ahorrar en puestos de iluminación artificial o para aportarnos la discreción que buscamos en la noche o tener una barrera aislante más para la contaminación lumínica y acústica en los momentos de descanso.
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